Uno elige...
Construírse o destruírse.
Acercarse al infierno o al Edén.
Sumergir la cabeza dentro de una cloaca o buscar ese sol tatuado a fuego en el cielo de todos...
Uno elige, siempre elige...
Incluso perder, y abatirse, estancarse, molerse a palos para que te vean dolido, te metan una moneda en la ranura del culo, y vos, chanchito contento, zafaste, una más...pero sólo zafaste y mañana empieza otro día y pasado también.
Uno elige...siempre...
Sólo que a veces, la elección es condicional como la libertad de ciertos presos, como tu propia libertad, como el vacío que acunás después de una espera larga.
Uno elige, siempre, incluso estar en el lugar apropiado o equivocado en el momento justo, en el momento en que algo pasa y algo queda...
Qué elegís cada día? quemar un tren? o buscar el canal que te lleve a estar mejor?
Vos elegís...no otro...vos determinás, no otro, tuya la opción.
Movete. Agitá tu cuerpo. Despertate. Ya es de noche.
Y sigue.... (firmado: Ciri el buscapiel)
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